25 de noviembre, 2025
Los documentos, que ahora dejan de ser privados, permiten leer la historia de la moda desde fines de los años cincuenta. A partir de fotografías, correspondencia, manuscritos, recortes periodísticos, dibujos, afiches y otras piezas gráficas puestas en valor por el Laboratorio de Conservación y Preservación del Papel de la BCN, se construye un testimonio.
Los textos de Felisa modificaron un género hasta entonces reservado a temas cándidos y recetas de cocina. Su estilo singular influenció a las siguientes generaciones, entre las que se destaca la periodista y curadora de moda Victoria Lescano, quien acompañó a Felisa en la presentación del fondo.
Dispersos entre el público, sus amigos de siempre iluminaron las mesas del Bar Piglia, ubicado en el Espacio Cultural de la BCN. Los artistas plásticos Eduardo Costa, Daniel Santoro y Alejandro Ros, el diseñador Pablo Ramírez, junto a la editora Amalia Sato, entre otros referentes, se mezclaron en un ambiente fascinado por una Felisa precisa en definiciones y dueña absoluta de la belleza capturada en el tiempo.
A un costado, Juan Risuelo intentó pasar desapercibido. Algo imposible para los amantes de la moda que siguen su trabajo desde sus intervenciones tempranas en el Instituto Di Tella, mucho antes de vestir a famosos como Liza Minnelli, Cher y Miles Davis. Algo similar pasó con Santoro. Los amigos de Felisa son chic, como los nombra en su autobiografía, que lleva ese mismo nombre y fue editada por Lumen en 2022. No pasan desapercibidos, tienen el aura que identificó Walter Benjamín, destacan entre mortales.
De alguna manera, la presentación del Fondo Felisa Pinto permite ver cómo las influencias artísticas de los siglos XX y XXI fueron incorporadas a la cultura propia. Felisa las sintetizó, analizó, entendió y publicó durante toda su carrera.
Luego de entrevistar a Pablo Picasso como corresponsal en París para la revista Atlántida en diciembre de 1963, escribió en Primera Plana, Confirmado, La Opinión, La Nación y Página/12, entre otros medios. Hoy en día, con 94 años, sigue marcando la agenda en dos medios digitales underground: Sucesos de moda y Damiselas en apuros.
Durante el evento, Lescano, quien dirige Sucesos de moda, destacó la importancia documental de estos papeles y contó una anécdota: fueron ordenados por Felisa gracias a una vecina que le insistió sacarlos de un balcón con cerramiento. Luego adquirieron la forma de un sillón en el que estaba prohibido sentarse. La periodista también distinguió la capacidad de goce de Felisa, a quien conoce desde los años ochenta. Esa es la clave de lectura para entender este archivo personal.
Felisa —Fela, Salife, como le decía su amigo Manuel Puig, a quien también recordó— señaló que esta donación “es una manera de celebrar que todo lo que escribí pueda tener un impacto más allá de mi tiempo y mi círculo inmediato, contribuyente al patrimonio cultural y periodístico nacional”.
Por su parte, el responsable de la preservación del archivo, Luis Lujan, explicó las distintas etapas en el procesamiento documental, y cómo las reuniones con Felisa permitieron darle humanidad a los documentos. Así, el equipo del área de Archivo pudo ordenar las cajas de guarda según las indicaciones que la productora fue dando de forma semanal entre vainillas caseras y té negro.
El Fondo Felisa Pinto ya está abierto a la consulta y pueden verse las descripciones en el Catálogo de Archivos Especiales de la BCN.