La Biblioteca del Congreso de la Nación suscribió este martes 25 de octubre un acta acuerdo con la Asociación Civil Tiflonexos, para que esa entidad comience a utilizar para su funcionamiento las instalaciones de la Sala Pública de Lectura, en Hipólito Yrigoyen 1750 de la ciudad de Buenos Aires.
La firma del convenio se realizó en la emblemática Sala Marrakech y fue rubricada por el Diputado Nacional Carlos Selva, Presidente de la Comisión Bicameral Administradora de la Biblioteca del Congreso; Alejandro Santa, Director Coordinador General de la BCN; y Pablo Lecuona, fundador de Tiflonexos. También estuvieron presentes Yanina Boria, de la Agencia Nacional de Discapacidad; Matías Ferreyra, Presidente de la Unión Latinoamericana de Ciegos; y Johanna Ureña, Vicepresidenta de la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos, entre otros.
Lecouna repasó la historia de Tiflonexos y recordó que en 2001 la primera institución oficial que los recibió fue la Biblioteca del Congreso, cuando todavía no tenían personería jurídica. “La BCN abrió grandes puertas para que las personas con discapacidad podamos aprovechar las oportunidades que nos da el acceso a la tecnología”, aseguró. También resaltó que “la Sala Multimedia de la Biblioteca fue el primer espacio donde hubo computadoras adaptadas y lectores de pantalla con acceso público para que cualquier persona con discapacidad visual pueda, de forma gratuita, acceder a internet y a los libros de nuestra biblioteca”.
Sobre la mudanza de la biblioteca para ciegos a la Sala Marrakech consideró que “no solo significa una solución sino una oportunidad de crecimiento enorme y qué mejor que hacerlo en alianza con una organización como la Biblioteca del Congreso, que es la más dinámica, activa, abierta, la más grande del país, por eso es un honor y estamos muy agradecidos”.
Por su parte, Alejandro Santa valoró la continuidad de la articulación de la Biblioteca del Congreso con Tiflonexos y recordó el rol fundamental que cumplió Lecouna para la promoción del Tratado de Marrakech. “Pablo fue quien en el año 2013, en Marruecos, en representación de la región, impulsó esa ventana para que la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) les permita a las personas con discapacidad visual acceder a los títulos de forma libre”.
También destacó las gestiones que realizó el Diputado Carlos Selva para la sanción de la ley con la que Argentina adhirió al tratado internacional para facilitar el acceso a las obras publicadas para las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso. “Reafirmamos la idea de ser una biblioteca de puertas abiertas con este hecho político que va a permitir, sin ninguna duda, mayor accesibilidad”, concluyó.