El cine recorre la Historia y la historia particular de cada persona que se sienta a ver cómo una película pasa por el vértigo de su mirada. En ese devenir de imágenes, las películas vistas en la infancia dibujan un paisaje único e irrepetible en nuestra manera de pensar y emocionarnos. En este nuevo ciclo de cine, presentamos películas sin edad para rever y compartir
La historia sin fin (1984, 94’, Wolfgang Petersen)
Escondido en el desván de su colegio, Bastian devora durante las horas de clase un libro enigmático: La historia interminable, que relata la paulatina destrucción del Reino de Fantasía. Una especie de ”Nada” misteriosa destruye el país y a las criaturas que lo habitan. A medida que avanza en la lectura, Bastian se da cuenta de que la salvación de Fantasía depende de él, de que consiga entrar dentro del libro.
ET, el extraterrestre (1982, 115’, Steven Spielberg)
Un pequeño ser de otro planeta se queda abandonado en la Tierra cuando su nave, al emprender el regreso, se olvida de él. Está completamente solo y tiene miedo, pero se hará amigo de un niño que lo esconde en su casa. El chico y sus hermanos intentan encontrar la forma de que el amigable extraterrestre regrese a su planeta antes de que lo encuentren los científicos y la policía.
La invención de Hugo (2011, 127’, Martin Scorsese)
París, años 30. Hugo es un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que lo descubre una excéntrica niña junto a la que vivirá una increíble aventura.
El recuerdo de Marnie (2014, 103’, Hiromasa Yonebayashi)
Anna es una chica solitaria, sin amigos, que vive con sus padres adoptivos. Un día es enviada con el señor y la señora Pegg. Allí, donde se extienden las dunas de arena, conoce a una chica llamada Marnie, quien pronto se convertirá en su mejor amiga. Habiendo aprendido muchas cosas sobre la amistad, Anna se dará cuenta de que Marnie no es quien parece.
Bonus track: El globo rojo (1956, 36’, Albert Lamorisse)
Un niño solitario encuentra un globo rojo... ¿o quizá es al revés? Y ambos, el niño y el globo mágico, vagan por las calles de París. Allí donde va el chico, el globo anda detrás. Y cuando el pequeño se mete en problemas, el globo acude al rescate. Un poético mediometraje –protagonizado por el propio hijo del director–, con apenas pocos diálogos, que fue inesperadamente galardonado con el Óscar a mejor guión original.
