Pero que ahora con El Ángel Caído –con los cinco, seis mil versos magistrales de El Ángel Caído– tendrán que recordar quién es, reconocer que sólo él puede plasmar en palabras esta tierra –aquella tierra–, sus hombres, sus animales, sus frutos, sus ideas, sus recovecos más profundos, sus verdades.
Echeverría, Martín Caparrós (2016)
Se ha dicho en la primera parte que con Los consuelos Esteban Echeverría introdujo en la literatura rioplatense la sensibilidad romántica e innovó la versificación.
En su totalidad, las cartas seleccionadas en esta segunda parte aluden a El ángel caído.
Como tantos escritos de distinto género –La guitarra, Avellaneda, A la juventud argentina, los Ensayos sobre estética, economía, historia, moral y educación y otros– esta obra fue escrita durante su exilio en Uruguay que comenzó en 1841, primero en Colonia y luego en Montevideo donde residió hasta su muerte en 1851.
Mario Falcao Espalter (1921) opina que El ángel caído es una “síntesis filosófica, estética, social y personal de Esteban Echeverría, que se nos brinda en el poema tan anunciado por él y por él tan amado”, y cita a Lamartine como para atravesar autor y obra: “El alma humana y las sucesivas fases por las cuales Dios le hace cumplir sus destinos perfectibles”.
Carta de Esteban Echeverría, Montevideo a Juan María Gutiérrez, Río Grande do Sul, 21 de marzo de 1844 (Archivo Epistolario, tomo I, #258, C.3 C.11 L.1 C.2, pág.265)
Con el retruécano jocoso “Recibí la suya de Río Grande y le creo ya en Pelotas, pero no empelotado”, Echeverría inicia esta carta dirigida a J. M Gutiérrez desde su exilio montevideano.
Casi en todas las cartas de ese lapso es posible observar la interrelación entre los jóvenes de la Generación del 37 y el conocimiento de sus familiares evocados más allá de la cortesía formal.
El exilio en distintos países potencia la necesidad de comunicación y el medio es el epistolar que practican con frecuencia. En los comentarios –sustanciosos o banales– casi siempre está presente la circulación naturalizada de cartas y libros.
La que me escribió desde a bordo me fue entregada por Indarte, quien recibió la suya para él, pero no la pa. Alberdi y presume vendría bajo cubierta de Frías… mi última carta no le alcanzó en el Janeiro.
Algunos personajes nombrados al pasar merecen cierta atención histórica: el médico uruguayo Teodoro Vilardebó, impulsor de múltiples actividades culturales y científicas como la fundación del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y el controvertido José Rivera Indarte, antes fogoso rosista, luego opositor implacable.
Pocas palabras dedica Echeverría esta vez a la política, sin embargo se trata nada menos que del bloqueo anglo-francés al puerto de Buenos Aires, comandado por el Almirante Inglefield y el Almirante Jean Bautiste Lainé.
De política nada nuevo sino el 4° y más qe. ninguno entusiasta pronunciamiento de los franceses, en consequencia de gestión pa. el desarme promovido pr. Lainé.
Finalmente llega al tema de su quehacer literario a partir de una excusa
… ¿Creerá que todavía no he podido reunirme con la 1ª parte del Ángel caído para enviársela?
y da entonces a conocer a su amigo y futuro editor el proceso de composición y plan de la obra
Concluyo la segunda y más difícil de las 4 en qe. pienso desarrollar el asunto. Me parece será una cosa nueva con la pintura de un baile nuestro con todas sus hablillas y peculiaridades. La 1ª es una expansión completamente lírica, ([en)] la 2ª todo acción y movimiento a pesar qe. ahora como siempre no hago el drama externo sino el interno.
La despedida ejemplifica claramente lo expresado al comienzo
Cané, Vilardebó y demás amigos lo recuerdan. Pacheco no guarda ojeriza alguna contra Ud. …
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Según los historiadores Raúl Moglia y Miguel O. García, la carta está mal fechada. Por su contenido consideran que la fecha debería ser el 3 de abril de 1844.
Un inicio similar a las anteriores: cartas y libros en movimiento, no obstante, hay una referencia curiosa, el calcado como sistema de impresión poco frecuente que aparece como condición para el regalo de la carta de Zambeccari. [1]
A continuación E. Echeverría se refiere a la finalización del poema El ángel caído de extensión excesiva y que duplica la del Don Juan de Lord Byron, de cuya influencia como de la de tantos “Juanes” de la literatura europea, no pudo sustraerse.
He concluido la 2ª parte del Ángel caído. Tendrá como 1.500 versos. Mis ideas, trabajando, se han estendido tanto qe. creo qe. el poema será indefinido como el Dn. Juan de Byron. En la 2ª parte he entrado de lleno en el fondo de nuestra sociabilidad y todo el poema no saldrá de ella.
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Representa o más bien bosqueja un gran baile nuestro, en el cual aparecen a bulto las principales figuras del poema
Los sucesos políticos marchan a mi ver, a un desenlace rápido sin qe. por esto haya nada muy importante que comunicarle.
Después de cerrada ésta encontré en la librería de Fernández la carta de Zambeccari qe. también lleva nuestro amigo Almeida.
Venga ese Ángel caído, y qe. venga cuanto antes; estoi enamorado de una mujer qe. ama los versos y los de V. muchísimo. Lo felicito pr. la continuación de este poema; unido al de La Guitarra formará un lindo volumen digno de su nombre y ansiado pr. la novedad de sus pinturas. Tengo mui presente lo qe. Vd. me leyó de La guitarra y mui particularmente aquellas escenas de la quinta mediante la noche.
Courage. He visto que se prepara un Certamen pa. el próximo 25. ¡Qué no esté yo entre ustedes!! No para pretender triunfo sino para poner la corona de él, … sobre la frente del amigo vencedor; porque de cierto todos son mis amigos, los que cantarán V. tiene mil ventajas en la lucha y no es la menor lo mucho qe. se ha familiarizado con las faces vastas y filosóficas de la Revón. de Mayo.
[2]
… acaban de hacerme una oferta de planos y papeles, etc., de Buenos Aires, que son diamantes de Golconda, mármores de Memfis, perlas de Ceylán y muchachas de 15 años en lo apetitosos.
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Aquí estoy mal, muy aburrido y pensando en los medios de pasar a Chile. Cartas que tengo de allá me inducen a hacer el viaje lleno de esperanzas bien fundadas de trabajar con honra y provecho (…) Alberdi está mui contento; he tenido cartas de él (…) mi hermano Juan Ant°. está en camino de hacer una fortuna (…) Con el espíritu quieto se puede trabajar y sobre todo yo completaría la serie de viajes que me propongo hacer.
No vivo sino para desear qe. nos hallemos en algún lugar del mundo juntos, acompañads. De aquellos amigos de ntra. predilección entre los cuales la vida es tan agradable. El Ánjel se ha quedado en el cielo de sus promesas; aquí he oído hablar de él (…) Nada se de este amigo (Vilardebó) (…) He recogido alguns. datos sobre esta interesante Provincia (…) Esta colonia es una de las cosas dignas de estudiarse(…) ¡Si pudiéramos conversar!!
Aquí no se han podido arbitrar medios pa. socorrer los transeúntes a Corrientes: pobreza, pobreza y nada mas hai por aquí. Huya Vd. de esto como el Infierno.
Dejando de lado alguna referencia a habladurías con pizca de intriga, Echeverría establece una especie de puente entre su producción intelectual en Uruguay y la necesidad de difundirla en Chile, especialmente a través del amigo-destinatario. Le resulta apremiante la divulgación del liberalismo social y el compromiso militante de todos.
Vilardebó le dará más diarios donde se halla la Advertencia qe. he puesto en la obra de enseñanza qe. presenté un mes hace al Gobierno. Llévela a Chile pa. qe. la vean los amigos y la reproduzcan, si lo merece. Ha gustado mucho aquí me ha grangeado este trabajo la simpatía y los aplausos hasta de los antagonistas de antaño, y éste es un gran triunfo pa. nuestras doctrinas.
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Espero verlos a todos alistados bajo nuestra bandera…y les doy por bajo en la Advertencia como en el cuerpo de la obra. La adopción de la Autoridad debe dar a la obra, y por consiguiente a la doctrina qe. Contiene, una sanción oficial y esto es cuanto podemos apetecer.
Mi obra no es local sino americana porque es uno el espíritu y la tendencia de la revolución de los pueblos sudamericanos… He vuelto al Ángel caído interrumpido desde marzo.
Voy a dejar la vida disipada y loca… El diablo es qe. el mal hábito y las miserias qe. nos rodean me hacen quebrantar mis propósitos (…) Pacheco debe tener las dos primeras partes del Ángel caído y una copia de la obra de enseñanza. Procure leerlas y dígame antes de irse su opinión franca ya sabe el valor que tiene para mí.
Voy a ocuparme pronto de una Mirada sobre el movimiento intelectual en el Plata es del año 30 en adelante. Precisamos inventariar lo hecho pa. saber donde estamos y quiénes han sido los operarios. No creo haya otros nombres qe. los de nuestra gente. Veremos qué dirá la otra. …Pondré enseguida de ese trabajo el Código (revisto, corregido y aumentado) porque.es el resumen de nuestra síntesis socialista. Me falta para esto el discurso que leí cuando se formó la Asociación en Bs. Ay. Demetrio Peña lo copió y debe tenerlo. …Nada más se me ocurre. ¿Cuándo nos veremos? A Alberdi y demás amigos en Chile, recuerdos afectuosos…
Impóngame V. sus condiciones para la impresión de sus poemas antes de mandarlos. Aquí se imprimirán bien, pero en cuanto a la retribución pecuniaria, quién sabe lo qe. habría, no pr. miseria del impresor sino porque los gastos de su establecimto. son muchos y las ventajas mui pocas… amigo, la impta. Lita. en Amca. está de bancarrota.
En fin, hágame sus proposiciones, impóngame del n°. de versos de cada poema y ([las sílabas que]) la medida de ellos, etc… que yo haré cuanto haría por cosa mía.
Mi querida M. Mendeville me habla de V. de una manera muy lisonjera… una amistad que proporciona tantos placeres. Escríbame la crónica escandalosa, político-mujeril-fornicaria…
Tods. los qe. mandan “del polo al ecuador” son amigos de Rosas y hasta los qe. son flojos, pr. Parecer enérgicos, aprueban la conducta del tirano para con los extranjeros...
Estoi harto de estas cosas, pero hambriento de patria… y pidamos a Dios que nos permita vernos todavía en este mundo, ¿Qué bien día será ese para mí ¡Su amigo!
He leído los trozos del Ánjel caído. Todo lo qe. es del resorte de la poesía, como yo la entiendo, es bello en él; po. Aquellas historias de la escalera de la vieja, de la cama del negro, etc., no entran en mi reino. V. me dirá qe. él, ése es el arte, qe. es ésa la sociedad; po. Hai qe. contestar a esto con el buen sentido, ¿superior siempre a las teorías artísticas! O más bien, guía de ellas, cuando se deja oír. Ni el pasaporte del talento dejará pasar esas aberraciones flamencas de sus cuadros. Salvo yerro.
[1] La relación asidua y personal, las coincidencias ideológicas, la actividad política y editorial entre los exiliados argentinos e italianos de La Nueva Italia en Brasil y Uruguay hacen suponer que se trata de Livio Zambeccari, el ex carbonario boloñés, compañero de Garibaldi que, incluso, se involucra en las luchas de los unitarios contra Rosas . Sin embargo, considerando la pluralidad de conocimientos de los jóvenes rioplatenses, no debería descartarse totalmente la posibilidad de que se trate de una carta de Francesco Zambeccari ((1752-1812), padre de Livio, pionero de la aviación italiana.
[2] Entre 1870 y 1874, Juan María Gutiérrez llevará a cabo la compilación de las obras completas de Esteban Echeverría, editada en la Imprenta y Librería de Mayo. “La guitarra”, estará entre los poemas que seleccionará para su antología fundacional América poética.
Bibliografía consultada:
- Anderson Imbert, Enrique. “Echeverría y el socialismo romántico” (en Escritores de América, Raigal, 1954)
- Archivo del doctor Juan María Gutiérrez; epistolario/ edición a cargo de R. Moglia y Miguel O. García. Tomo I. Biblioteca del Congreso de la Nación. (C.R 982)
- Arrieta, Rafael Alberto. “Esteban Echeverría y el Romanticismo en el Plata”. Historia de la literatura argentina. Tomo II. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1958
- Caparrós, Martín. Echeverría. Buenos Aires, Anagrama, 2016.
- Gallo, Klaus. Prólogo a Pensamiento de Esteban Echeverría. Buenos Aires, El Ateneo, 2009.
- Ghirardi, Olsen A. “De la escuela del Salón Literario (1837) a la Constitución Nacional (1853)”.
- Historia crítica de la literatura argentina. Volumen 2. Buenos Aires, Emecé, 2003. pp. 119-159.
- Homenaje al sesquicentenario de la Constitución Nacional. Córdoba, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, 2003.
- Hugo, Víctor. Prefacio de Cromwell. El manifiesto romántico. Traducción y estudio preliminar del Prof. Hernán Peirotti. Buenos Aires, editorial y Librería Goncourt, 1979.
- Laera, Alejandra y Martín Kohan (comps.) (2006). Las brújulas del extraviado. Para una lectura integral de Esteban Echeverría. Rosario, Beatriz Viterbo, 2006.
- Monteleone, Jorge (2003), “La hora de los tristes corazones. El sujeto imaginario en la poesía romántica argentina”, en: Schvartzman (dir.). La lucha de los lenguajes, en: Jitrik, N. (dir.).
- Pas, Hernán. “La crítica editada. Juan María Gutiérrez y la América Poética”. Orbis tertius. Vol. N.° 15, 2010. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP.
- Rojas, Ricardo. La literatura argentina. Volumen 3. “Los proscriptos”. Impr. Pablo Coni, 1920.
- Weinberg, Félix. El Salón Literario de 1837. M. Sastre, J. B Alberdi, J.M Gutiérrez, E. Echeverria. Buenos Aires, Ed. Hachette, 1977.
- Weinberg, Félix (2006). Esteban Echeverría. Ideólogo de la segunda revolución. Buenos Aires, Taurus, 2006.
- Weinberg, Félix “La época de Rosas y el Romanticismo”. Capítulo. La historia de la literatura argentina. N 11. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina.
- https://www.historiahoy.com.ar/el-mito-la-asociacion-mayo-n187
Última consulta: 5 de junio de 2021
- Última consulta: 10 de junio de 2021
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.1764/pr.1764.pdf
Cita de Falcao Espalter, 1921. Última consulta: 23 de julio de 2021
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/library?a=d&c=arti&d=Jpr4238
Última consulta: 9 de agosto de 2021.
Bibliografía sugerida:
- Echeverría, Esteban. Dogma socialista, plan económico, filosofía social: precedido de una ojeada retrospectiva sobre el movimiento intelectual en el Plata desde el año 1837 / Esteban Echeverría; con un estudio biográfico sobre Echeverría por D. Juan María Gutiérrez. Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1915. (Colección: La cultura argentina)
Ubicación: CR 160
- Echeverría, Esteban. Los consuelos. Buenos Aires, Impr. Argentina, 1842.
Ubicación BG 87/2ª
- Echeverría, Esteban. Los Consuelos. snt
Ubicación BG 48 (sin portada)
- Echeverría, Esteban. Obras completas de D. Esteban Echeverría. Buenos Aires. Impr. y Libr. De mayo, 1870-1874. Contenido: v.1: Poemas varios. - v.2: El ángel caído. - v.3: Poesías varias. - v.4: Escritos en prosa. - v.5: Escritos en prosa. (Colección escritores argentinos).
Ubicación: BG 698 vol: 1, 2, 3, 4, 5, 6/ CR 1341.- vol: 1, 2, 3, 4, 5
- Gutiérrez, Juan María. América poética; colección escogida de composiciones en verso, escritas por americanos en el presente siglo. Valparaíso, Impr. del Mercurio, 1846.
Ubicación BG 595
- Gutiérrez, Juan María. América poética; colección escogida de composiciones en verso, escrita por americanos en el presente siglo. / con noticias biográficas y juicios críticos por Juan María Gutiérrez. Buenos Aires: Impr. Buenos Aires, 1866. Biblioteca hispanoamericana. La biblioteca posee: v.1: parte lírica
Ubicación: BG 402/2ª
- Gutiérrez, Juan María. Pensamientos, máximas, sentencias, etc. de escritores, oradores y hombres de estado de la República Argentina. Buenos Aires, Impr. de Mayo, 1859. Colección Biblioteca americana, 6. La Biblioteca posee: 1ra. parte. Contenido: 1ra. parte: Pensamientos.
Ubicación: B.G. 286
- Horas, Plácido Alberto. Esteban Echeverría y la filosofía política de la Generación de 1837. San Luis, Universidad de Cuyo, Facultad de Ciencias de la Educación, 1950.
Ubicación: CR 3067
- López, Vicente Fidel. Historia de la República Argentina; su origen, su revolución y su desarrollo político hasta 1852. Buenos Aires, C. Casavalle, 1883- 1893.
Ubicación: C.R. 2821
- Mitre, Bartolomé. Comprobaciones históricas. Nota preliminar por Rojas, Ricardo. Librería La Facultad. s/f.
Ubicación: C.R 2783
El Epistolario Gutiérrez, así como su biblioteca personal se encuentran en el Departamento Colecciones Especiales de la BCN.