Quería Sócrates que los hombres pusieran los ojos en la vida y hechos de varones señalados, a quienes él y san Basilio llaman espejo de la República: para que viéndolos se viesen o bien como semejantes en las virtudes, o bien como desemejantes en los vicios.
Martín de Roa
En: Juan M. Gutiérrez (compilador). Obras completas de D. Esteban Echeverría.
Buenos Aires, Carlos Casavalle editor, 1870-1874
En el destierro lo que importa es lo que alguna vez puede llegar a ser: vivir a la espera de allá. Entonces, como siempre, como nunca, la posibilidad de decirse que la vida está en otra parte, que no es esto: qué es lo que hace mientras tanto. Se lo dice, lo alivia, lo sufre.
Martín Caparrós. Echeverría.
Clausurado el Salón literario, Esteban Echeverría decide formar una entidad política secreta destinada a intervenir activamente en la vida nacional. Con gran parte de los contertulios del Salón, el 23 de junio de 1838 crea la Asociación de la Joven Argentina —Joven Argentina o Asociación de Mayo— siguiendo, al igual que en varios países europeos, el modelo de organizaciones clandestinas nacionalistas como la de los carbonarios, anterior a la Joven Italia y a la Joven Europa, creadas estas dos últimas por Giuseppe Mazzini, cuyas ideas libertarias expresadas en el Manifiesto influyen, particularmente, en jóvenes intelectuales de Argentina, Brasil y Uruguay.
El 9 de julio se formaliza la Asociación. Echeverría ocupa su presidencia y Juan María Gutiérrez la vicepresidencia. El fin era actualizar el ideario de Mayo y establecer bases programáticas para la acción. Así Echeverría da a conocer quince “Palabras simbólicas” [1] que recogen el juramento y apoyo entusiasta de la concurrencia.
Para la redacción del Credo o Código habían sido designados Echeverría, Gutiérrez y Alberdi, sin embargo, a fin de preservar la unidad de estilo y su organicidad lo escribe E.E., excepto el capítulo final a cargo de Alberdi. Este texto conforma lo que luego será el Dogma socialista. A partir de su publicación, se acelera la necesidad de Echeverría de exiliarse al Uruguay.
En ese mismo año, 1838, se inicia el bloqueo francés al puerto de Buenos Aires que finaliza en octubre de 1840 por el tratado de Mackau-Arana. Durante esos dos años, los jóvenes exiliados en Montevideo acuerdan con el invasor para derrotar a Rosas. Se agrava la crisis económica y se agudizan las críticas al régimen por parte de Echeverría y de sus pares. En este contexto, el Código o declaración de los principios que constituyen la creencia social de la República Argentina será publicado por Alberdi en Montevideo el primero de enero de 1839 en el periódico El Iniciador dirigido por Andrés Lamas y Miguel Cané.
El Código, Credo o Creencia, como se lo suele denominar, cuenta con numerosos entusiastas en Uruguay y en otros países latinoamericanos por afinidad cultural y política de la misma generación.
Hacia 1846, al percibir cambios significativos en el paisaje político del país —la actividad de Urquiza y su relación con los exiliados, reconciliaciones inesperadas, alianzas, etc.—, Gutiérrez y Alberdi, ya sin esperanzas en apoyo extranjero, coinciden con Echeverría en que “la revolución debe salir del país mismo”, encabezada por los caudillos.
Sin demasiada convicción de publicar el Código, Echeverría lo envía a Andrés Lamas con el anexo Ojeada retrospectiva bajo el título de Dogma. Estos textos para Noé Jitrik “constituyen el primer intento orgánico de formular un ideario nacional, una filosofía del conjunto. Es la base ideológica del liberalismo argentino”.
Según Klaus Gallo, una vez publicada la obra se la conoce como Dogma Socialista. Echeverría, en sus cartas, la menciona Dogma Social o Dogma de Mayo.
En la Ojeada retrospectiva de la segunda edición del Dogma publicado en 1847, Echeverría critica la reforma electoral promulgada en 1821 por Rivadavia que introducía el sufragio universal masculino. Para Echeverría, esta Ley era “el vicio principal del sistema unitario, que había minado las bases de la sociedad”, ya que había facilitado la llegada de Rosas al poder, afectando el proceso de “unión nacional”.
La mayoría del pueblo a quien se otorgaba ese derecho, no sabía lo que era sufragio, ni a qué fin se encaminaba eso, ni se le daban medios de adquirir ese derecho.
Echeverría sustenta en la educación el acceso a la democracia, la única posibilidad de que el gobierno garantice las oportunidades de participación en el mismo:
La “instrucción elemental” pondrá a las masas en estado de adquirir mayores luces, y de llegar un día a penetrarse de los derechos y deberes que le impone la ciudadanía.
“Al pueblo hay que prepararlo" insiste, y observa en la Ojeada:
Rosas tuvo más tino, echó mano del elemento democrático, lo explotó con destreza, se apoyó en su poder para cimentar la tiranía.
La ausencia de una sociedad democrática implica inequidad social y desprotección legal de las clases populares:
Se han dictado leyes y éstas sólo han protegido al poderoso. Para los pobres no se han hecho leyes, ni justicia, ni derechos individuales, sino violencia, sable, persecuciones injustas. Ellos han estado siempre fuera de la ley.
Publicada la edición final del Dogma, Rosas designa a Pedro de Angelis, el intelectual napolitano y editor del Archivo Americano, para refutar a su autor. De Angelis, que ya se había enfrentado a la juventud del Salón literario a través de notas firmadas con el irónico seudónimo “Un lechuguino”, acusa a Echeverría de imitar las doctrinas de pensadores europeos como Saint-Simon, Fourier, Considerant, entre otros. La respuesta de Echeverría no mezquina descalificaciones pero deja en claro la necesidad de abrevar en todo pensamiento, nacional o extranjero, que ayude a comprender la realidad nacional.
El problema fundamental del porvenir de la nación argentina fue puesto por Mayo: la condición para resolverlo en tiempo es el progreso: los medios están en la democracia, hija primogénita de Mayo: fuera de ahí, como dije antes, no hay sino caos, confusión y quimeras.
Esteban Echeverría. Ojeada retrospectiva sobre el movimiento intelectual en el Plata desde el año 37. Imprenta el Nacional, Montevideo 1846.
Carta de 7-IV-1841. De Juan María Gutiérrez, Montevideo, a Esteban Echeverría, Colonia. Autógrafa. C.5 C.16L.9 C20. (Tomo I, transcripción 217)
No hay guerra efectiva a pesar del bloqueo, ni revolución en marcha, hay sí un franco deterioro económico. El tema de esta carta es el desánimo y la incertidumbre de tres exiliados.
(…) Todas las noches hacemos la guardia en el fuerte de S. José, sin más estímulo qe. la necesidad de ser consecuentes con ntra. causa. (…) La revolución en el Interior se desquicia; los ánimos de los indiferentes y los ricos aquí están dispuestos a la paz (…) no pueden tener otra idea cuando el comercio y la industria se enflaquecen/ a consecuencia de una guerra qe. no tiene campo de batalla (…) no se vislumbra su término por la derrota o la victoria próxima. Nada podemos hacer aquí, ni pa. la revolución ni pa. el bolsillo (…) Un abrazo querido Estevan, de su invariable amigo amantísimo.
Alberdi, en una breve nota que adjunta Gutiérrez, refuerza la percepción común de la realidad
Mi querido Echeverría: Todo cuanto nos ha escrito en su última es exacto. Veo que no se diferencian a pesar de la distancia nuestros modos de ver las cosas. Cada día pierdo una esperanza más; hoy estoi como la jeneralidad, suspirando por un arreglo que nos ponga a todos el gose de una parte siquiera de nuestros derechos de trabajar y conservar el producto de nuestro trabajo. Si no es esto ¿qué quiere usted que ambicionemos? (...) La revolución cada día se ve más abandonada y rutinaria. Vd. hace perfectamente de llevar un sistema de conducta que le hallane los medios de recuperar sus propiedades secuestradas (… ) Su imbariable Alberdi [rúbrica]
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Carta 24-XII-1844. De Esteban Echeverría, Montevideo, a Juan María Gutiérrez. Autógrafa. C.3C.11L.1C.4. (Tomo I, transcripción 279)
Ya presente en la segunda parte de Echeverría en el Epistolario Gutiérrez, esta carta de Echeverría anuncia su Ojeada retrospectiva como necesaria para seguir hacia adelante
Voy a ocuparme pronto de una Mirada retrospectiva sobre el movimiento intelectual en el Plata desde el año 30 en adelante. Precisamos inventariar lo hecho pa. saber dónde estamos y quiénes han sido los operarios. No creo haya otros nombres qe. los de nuestra gente. Veremos que dirá la otra. Se quedará con la boca abierta. Pondré en seguida de ese trabajo el Código, (revisto, corregido y aumentado) porque es el resumen de nuestra síntesis socialista. Me falta pa. esto el discurso que leí cuando se formó la Asociación en Bs. Ays . (...) Ahora y siempre, su amigo invariable.
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Carta 27-VIII-1846. De José Mármol, Montevideo, a Juan María Gutiérrez. Autógrafa. C.6 C.22 L.14 C.4 (Tomo II, transcripción 354)
La carta de Mármol responde al modelo involuntario de las cartas entre los amigos en esa etapa del exilio: saludos, desazón política, referencias a obras propias y ajenas y, en este caso, el envío esperanzador del Dogma por parte de Echeverría a José Joaquín G. Madariaga, gobernador de Corrientes.
… Todos los que estamos aquí somos hombres al ayre o al agua, porque o nos cuelga Rosas o nos vamos a viajar; no hay medio. La Intervención se fini [sic] y hoy publica el Comercio la liga de Corrientes a la Confederación. Hace 8 días que decía Echeverría en su Mirada retrospectiva: "Corrientes es el primer pueblo para la libertad". (...) Cuando me escriba, lo que quiero que sea pronto (…) mándeme un ejemplar de la América poética.
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Carta 29-IX-1846. De Luis Domínguez, Montevideo, a Juan María Gutiérrez. Autógrafa. C.3 C. 9 L.20 C.8 (Tomo II, transcripción 358)
A la decepción de Luis Domínguez respecto de la situación de los exiliados en Montevideo se suma la esperanza frustrada en cuanto a la colaboración inglesa y datos sobre la producción literaria.
Ya no considero un mérito en los argentinos permanecer en Montevideo. Se nos ha negado toda clase de puesto en la contienda y nos patean.
……………………….
La América pca. se vende poco. Mármol publicó un Canto (lleno de bellezas) del peregrino y lo vendió bien. Echeverría ha publicado dos folletos qe. no han tenido aceptación ninguna.
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Carta 1.°-XI-1846. De Esteban Echeverría a Juan María Gutiérrez. Autógrafa. C.3 C.11 L.1 C. 6 (Tomo II, transcripción 359)
La preocupación económica ligada a la necesidad de difusión del Dogma se expresan en el favor que solicita con naturalidad —una vez más— a su amigo Gutiérrez y al concedido por Bartolomé Mitre
Mitre lleva también el cajoncito con 48 ejemplares del Dogma. Me parece que el mejor modo de salir de ellos será repartiéndolos entre los argentinos qe. puedan pagarlos inmediatamente. Un patacón i un duro es poca cosa.
…………………………
Me vendría bien esa platita si llegase pronto, inclusive con la que me debe Isach. Vd. se ha olvidado de cobrarle el producto de los libros que vendió por mi cuenta. Hágalo de una vez pa. No volver a hablar de eso.
No está ausente en esta carta la alusión a la obra de Gutiérrez como reclamo amistoso
No he visto todavía las tres últimas entregas de la América poética. Se olvidó de mandármelas y me ha dejado manca la colección. (…) Había hecho copiar algunos fragmentos del Ángel caído para su América poética.
En septiembre de 1846, Echeverría envía ejemplares del Dogma a Justo José de Urquiza y, como se dijo, al gobernador de Corrientes, con una carta en la que los convoca a restablecer el ideario de Mayo “cual prenda de unión de todos los argentinos y a encabezar el partido correspondiente.”
Notará Vd. que soy pródigo de elogios con los amigos en mi obra. Me tachan, por esto de parcialidad; pero es porque ignoran qe. me propongo hacer sonar nombres nuevos pa. que puedan reemplazar o reemplazen / de una vez los ya viejos y gastados de la Revolución. A más de que ser justo no es ser parcial. … Mi obra ha sido escrita con miras, a un tiempo, dogmáticas y revolucionarias; por eso pa abrir campo a la nueva doctrina ataco con encarnizamiento el pasado y procuro agasajar las preocupaciones políticas dominantes hoy en la República Argentina ([pues)]. Es preciso desengañarse, no hay que contar con elemento alguno estraño pa. derribar a Rosas. La Revolución debe salir del país mismo, deben encabezarla los caudillos qe. se han levantado a su sombra. De otro modo no tendremos patria. Veremos lo qe. hace Urquiza y Madariaga.
/Gazeta de 3 de feb.N/ 847. Refutación socialista.
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Carta 15-I-1847. De Juan María Gutiérrez, Valparaíso a Esteban Echeverría. Autógrafa. C.5 C.16 L.9 C.37 (Tomo II, transcripción 373)
Esta carta también fue comentada en la Segunda Parte. La pieza revela el criterio de Gutiérrez acerca de los géneros, haciendo una distinción entre obras líricas-poéticas de las vinculadas al pensamiento político y las doctrinas.
… Ha tenido aceptación y me parece qe. mas pronto sabré de los ejemplares del Dogma de V. qe. los del Peregrino de Mármol, no porque no tenga mérito esta obra de poesía, sino porque los espíritus están preocupados de ideas más serias qe . las qe. comporta un canto. Nunca será, pr. otra parte, la poesía la mejor manifestación del pensamiento, político, y hoy es político el momento pa. los arjentinos emigrados, que serán los consumidores de una y otra producción.
Concede al Dogma una elogiosa síntesis
… Diré que sí le hallo el mérito de establecer con claridad y con sistema los antecedentes históricos de ntra. política y qe. abre un camino claro, práctico, palpable a los deseos vagos, a las esperanzas errantes qe. tienen en su mejor porvenir los hijos dispersos de la gran familia.
No faltan aquí datos sobre venta, difusión de la obra y consecuente recaudación: la necesidad económica de Echeverría atraviesa buena parte de sus cartas, a la par de la buena disposición de Gutiérrez.
Creo que pronto le podré mandar tantos ps . fuertes como ejemplares he recibido; hoy salen a Copiapó.
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Muerte de Esteban Echeverría
Esteban Echeverría murió el 19 de enero de 1851 a los 45 años. Una vida de inestabilidad emocional y enfermedad física. Atravesaron su cuerpo la tuberculosis, una temprana afección cardíaca del mismo modo que los padecimientos de su infancia, la pobreza, el exilio, la ansiedad y la constante amenaza de la proximidad de su muerte… “Ahora me voy para un largo viaje del que no volveré más” y la pregunta fatal en El ángel caído: “¿qué soy yo? Masa de lodo animada por lumbre y fugitiva / que un leve soplo apagará mañana”.
Según Valentín Alsina, el gobierno uruguayo solventó sus exequias en la Iglesia Matriz de Montevideo y el poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa leyó versos en su honor:
Divino vate, de inmortal memoria,
Ilustre Echeverría,
Tú en edad juvenil con alta gloria
En tu patria brillaste y en la mía;
Y hoy polvo yaces en la tumba fría.
Echeverría, en 1847, había sido designado miembro del Instituto de Instrucción Pública del Uruguay y colaborado en el advenimiento de la Universidad de Montevideo de la que en el 49 formó parte, es por esto que el pueblo de Montevideo acudió a sus exequias. Funcionarios del gobierno y del instituto llevaron luto, y despidieron sus restos el poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa, el colega Fermín Ferreira y José Mármol.
Por gestión del ministro Herrera y Obes fue enterrado en un lote de propiedad de Fernando Echenique quien, concluida la guerra civil, se desentiende de sus restos y se pierde todo rastro. Vicente Fidel López y Bartolomé Mitre coincidieron en que nunca se encontrarían debido a las circunstancias del cementerio central de Montevideo durante el sitio.
A poco más de un año de la muerte de Echeverría, el 3 de febrero de 1852, Urquiza derrota a Rosas. La mayoría de los exiliados regresan. Alberdi escribe Las Bases de la Constitución. Mitre y Sarmiento llegan a presidentes y Juan María Gutiérrez, el más cercano, el “amantísimo” amigo y editor de su obra, preside la Universidad de Buenos Aires. Consecuente con sus ideas de juventud respecto del atraso que significaba el colonialismo cultural español, Juan M. Gutiérrez rechaza la invitación a pertenecer a la Real Academia Española.
En 1871, Gutiérrez publica en Buenos Aires las Obras Completas de Esteban Echeverría en una cuidada edición de cinco tomos y una tirada de mil ejemplares.
En 1874, el quinto volumen contiene un manuscrito que Echeverría se había negado a publicar en vida. Gutiérrez lo hace —tal vez presiente su trascendencia en la literatura argentina—, se disculpa y aclara que se trata de un borrador al que él tituló El Matadero y que dio a conocer en la Revista del Río de la Plata (1871).
En 1900, la única hija de Echeverría, Martina, llamada así en honor a su madre, donó la única fotografía donde se observa el estrabismo de su padre atenuado en otros retratos. Es posible que haya sido ella la donante de un daguerrotipo de Echeverría al Museo Histórico Nacional.
En 1922 Martina Echeverría, viuda de Fernández, muere sin descendencia.
Echeverría había inaugurado una tradición argentina: que sus grandes escritores mueren lejos.
Martín Caparrós. Echeverría
[1] Asociación / Progreso / Fraternidad / Igualdad / Libertad / Dios, centro y periferia de nuestra creencia religiosa; el Cristianismo; su ley. / El honor y el sacrificio, móvil y norma de nuestra conducta social. / Adopción de todas las glorias legítimas tanto individuales como colectivas de la revolución; menosprecio de toda reputación usurpada e ilegítima. / Continuación de las tradiciones progresivas de la revolución de Mayo. / Independencia de las tradiciones retrógradas que nos subordinan al Antiguo Régimen. / Emancipación del espíritu americano. / Organización de la patria sobre la base democrática. / Confraternidad de principios. / Fusión de todas las doctrinas progresivas en un centro unitario. / Abnegación de las simpatías que puedan ligarnos a las dos grandes facciones que se han disputado el poderío durante la revolución.
Bibliografía consultada:
- Anderson Imbert, Enrique. “Echeverría y el socialismo romántico” (en Escritores de América, Raigal, 1954)
- Archivo del doctor Juan María Gutiérrez; epistolario/ edición a cargo de R. Moglia y Miguel O. García. Tomo I y II. Biblioteca del Congreso de la Nación. (C.R 982)
- Arrieta, Rafael Alberto. “Esteban Echeverría y el Romanticismo en el Plata”. Historia de la literatura argentina. Tomo II. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1958.
- Caparrós, Martín. Echeverría. Buenos Aires, Anagrama, 2016.
- Gallo, Klaus. Prólogo a Pensamiento de Esteban Echeverría. Buenos Aires, El Ateneo, 2009.
- Ghirardi, Olsen A. “De la escuela del Salón Literario (1837) a la Constitución Nacional (1853)”. Homenaje al sesquicentenario de la Constitución nacional. Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, 2003
- Historia crítica de la literatura argentina. Volumen 2. Buenos Aires, Emecé, 2003. pp. 119-159.
- Homenaje al sesquicentenario de la Constitución Nacional. Córdoba, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, 2003.
- Laera, Alejandra y Martín Kohan (comps.) (2006). Las brújulas del extraviado. Para una lectura integral de Esteban Echeverría. Rosario, Beatriz Viterbo, 2006.
- Monteleone, Jorge (2003), “La hora de los tristes corazones. El sujeto imaginario en la poesía romántica argentina”, en: Schvartzman (dir.). La lucha de los lenguajes, en: Jitrik, N. (dir.).
- Pas, Hernán. “La crítica editada. Juan María Gutiérrez y la América Poética”. Orbis tertius. Vol. N.° 15, 2010. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP.
- Rojas, Ricardo. La literatura argentina. Volumen 3. “Los proscriptos”. Impr. Pablo Coni, 1920.
- Weinberg, Félix. El Salón Literario de 1837. M. Sastre, J. B Alberdi, J.M Gutiérrez, E. Echeverria. Buenos Aires, Ed. Hachette, 1977.
- Weinberg, Félix (2006). Esteban Echeverría. Ideólogo de la segunda revolución. Buenos Aires, Taurus, 2006.
- Weinberg, Félix “La época de Rosas y el Romanticismo”. Capítulo. La historia de la literatura argentina. N.o 11. Buenos Aires, Centro Editor de América Latina.
- https://www.euskonews.eus/0708zbk/kosmo70801es.html Última consulta 25-03-2022
- https://www.historiahoy.com.ar/el-mito-la-asociacion-mayo-n187 Última consulta 5-06-2021
- http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/library?a=d&c=arti&d=Jpr4238 Última consulta 9-08-2021
Bibliografía sugerida:
- Archivo del doctor Juan María Gutiérrez; epistolario/ edición a cargo de R. Moglia y Miguel O. García. Tomo I y II. Biblioteca del Congreso de la Nación.
Ubicación: C.R 982
- Echeverría, Esteban. Dogma socialista, plan económico, filosofía social: precedido de una ojeada retrospectiva sobre el movimiento intelectual en el Plata desde el año 1837 / Esteban Echeverría; con un estudio biográfico sobre Echeverría por D. Juan María Gutiérrez. Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1915. (Colección: La cultura argentina)
Ubicación CR 160
- Echeverría, Esteban. Los consuelos. Buenos Aires, Impr. Argentina, 1842.
Ubicación BG 87/2.a
- Echeverría, Esteban. Obras completas de D. Esteban Echeverría. Buenos Aires. Impr. y Libr. De mayo, 1870-1874. Contenido: v.1: Poemas varios. - v.2: El ángel caído. - v.3: Poesías varias. - v.4: Escritos en prosa. - v.5: Escritos en prosa. (Colección escritores argentinos).
Ubicación: BG 698 vol: 1, 2, 3, 4, 5, 6/ CR 1341.- vol: 1, 2, 3, 4, 5
- Gutiérrez, Juan María. América poética; colección escogida de composiciones en verso, escritas por americanos en el presente siglo. Valparaíso, Impr. del Mercurio, 1846.
Ubicación BG 595
- Gutiérrez, Juan María. América poética; colección escogida de composiciones en verso, escrita por americanos en el presente siglo. / con noticias biográficas y juicios críticos por Juan María Gutiérrez. Buenos Aires: Impr. Buenos Aires, 1866. Biblioteca hispanoamericana. La biblioteca posee: v.1: parte lírica.
Ubicación: BG 402/2ª
- Gutiérrez, Juan María. Pensamientos, máximas, sentencias, etc. de escritores, oradores y hombres de estado de la República Argentina. Buenos Aires, Impr. de Mayo, 1859. Colección Biblioteca americana, 6. La Biblioteca posee: 1ra. parte. Contenido: 1ra. parte: Pensamientos.
Ubicación: B.G. 286
- Horas, Plácido Alberto. Esteban Echeverría y la filosofía política de la Generación de 1837. San Luis, Universidad de Cuyo, Facultad de Ciencias de la Educación, 1950.
Ubicación: CR 3067
- López, Vicente Fidel. Historia de la República Argentina; su origen, su revolución y su desarrollo político hasta 1852. Buenos Aires, C. Casavalle, 1883- 1893.
Ubicación: C.R. 2821
- Mitre, Bartolomé. Comprobaciones históricas. Nota preliminar por Rojas, Ricardo. Librería La Facultad. s/f.
Ubicación: C.R 2783
Carta de Florencio Varela a Juan María Gutiérrez desde Montevideo, 27 de febrero de 1837 (Archivo Epistolario, tomo I, págs. 196-197) en
El Epistolario Gutiérrez, así como su Biblioteca personal se encuentran en el Departamento Colecciones Especiales de la BCN.