Ciclo: ¡Basta!

Cuatro mujeres dicen “¡basta!” a su manera: Mona, a través de una de las mejores sino la mejor cámara de su generación, le dice basta a la hipocresía progresista francesa con su falta de humanidad; Otilia, en la voz de Anamaria Marinca, dice basta a la mentira de igualdad del régimen totalitarista; basta al orden patriarcal, dice Madeinusa, a través de Claudia Llosa; basta al maltrato y a la discriminación en el mundo del arte, dice también Mary Harris encarnando la historia de Valerie Solanas.

Estas cuatro películas —todas galardonadas con grandes premios de festivales—tienen más de veinte años y fueron pioneras en estas temáticas completamente actuales que en aquel entonces estaban asomándose, buscando hacerse oír. 


Sin techo ni ley, Agnès Varda (1985) 

Mona, una habitante de calle, es encontrada muerta detrás de una zanja en el campo francés. Los miembros de la gendarmería indagan sobre las posibles causas de la muerte, pero todo apunta a que Mona ha muerto de frío, abrazada por el invierno europeo.    
Considerado uno de los mejores films de la cineasta Agnès Varda, pionera de la nouvelle vague y del cine feminista —ganó el León de Oro en Venecia—, con una interpretación memorable de Sandrine Bonnaire que le valió el César a la mejor actriz. En el film, Varda sigue los pasos de esta joven vagabunda, hippie errante, que busca su lugar en una sociedad opresiva y arbitraria. Su cámara, austera y sobria, con tintes de documental, potencia mediante variados recursos narrativos la historia de esta joven que, por decisión propia, ha decidido prescindir de una ley que la proteja pero también que la cohíba en su forma de ser y en su búsqueda de libertad.


4 meses, 3 semanas, 2 días, Cristian Mungiu (2007) 

Ambientada en los últimos años del comunismo en Rumanía, narra los problemas de dos estudiantes que se enfrentan al embarazo no deseado cuando en ese país el aborto estaba prohibido. La película ha hecho historia en su país por haber sido la primera vez que un director rumano recibió el máximo galardón de Cannes, la Palma de Oro. El film es el primer capítulo de una trilogía sobre la Rumanía comunista titulada Relatos de la edad de oro, que pretende iluminar, a través de pequeñas piezas urbanas, problemas reconocibles de la sociedad de la época. Además de una impecable lección de cine, 4 meses, 3 semanas, 2 días, es una película que aborda una cuestión tan vigente como el aborto, desde el punto de vista de Otilia, —interpretado magistralmente por Anamaria Marinca—, una joven estudiante quien por amistad, ayuda a su compañera de cuarto que ha quedado embarazada. En la oprimida Rumania de Ceaucescu en 1987, escenario del film, el aborto es delito. Sin saber muy bien a qué se enfrentan, deciden contratar los servicios de un médico que las ayude a interrumpir dicho embarazo. El realizador rumano, quien debutó en el cine con la comprometida Occident, se ha basado en experiencias reales para lograr narrar esta odisea dividida en cuatro actos, prácticamente en tiempo real, sin desviarse demasiado ni en detalles ni estridencias, centrándose en un tema que hoy y entonces sigue reclamando su espacio. 


Madeinusa, Claudia Llosa (2006) 

En un pueblo de la cordillera peruana llamado Manayaykuna ("el pueblo al que nadie puede entrar" en quechua), la celebración del Tiempo Santo permite al pueblo entero liberar sus instintos sin remordimientos. Todo es posible ya que Dios no los ve.
En ese tiempo y espacio, el film narra los acontecimientos que le suceden a la joven lugareña, Madeinusa, ante la llegada de un forastero y la declaración de su padre de quitarle la virginidad.
Madeinusa es la ópera prima de la directora peruana Claudia Llosa, conocida por la película La teta asustada, también protagonizada por Magaly Solier. En ambos films la directora expone la violencia hacia las mujeres con narrativas autóctonas y complejas que le han valido el reconocimiento internacional y galardones en el Festival Internacional de Cine de Berlín y el Festival de Sundance.


Yo le disparé a Andy Warhol, Mary Harron (1996) 

“La vida en esta sociedad es, en el mejor de los casos, un completo aburrimiento, y en ningún aspecto relevante para las mujeres que permanecen siendo personas cívicas, responsables, y en búsqueda de emociones; a menos que se derroque el gobierno, se elimine el sistema monetario, se instituya la completa automatización y la destrucción del sexo masculino” (Pasaje inicial del Manifiesto de SCUM).

Se trata de la biografía de Valerie Solanas, psicóloga y autora de varios guiones, novelas y de SCUM, un manifiesto contra los hombres como metáfora contra el patriarcado. Con una dura infancia y juventud, prácticamente viviendo en situación de calle, Valerie conoce editores y artistas que la conectan con Andy Warhol, a quien terminará hiriendo con un disparo en pleno apogeo de su fama, en 1968. Será noticia en todos los diarios pero al ocurrir el asesinato de Kennedy unos días después, el hecho pasará al olvido. El film ganó premios en festivales de cine independiente a la dirección de Mary Harron (este es su debut en un largometraje) y a las actuaciones de Lili Taylor, famosa actriz de los años 90 y de Stephen Dorff, como Candy Darling.
El mayor éxito de dirección de la película es haber encontrado una forma entretenida de invitar al público a compartir (entender) el punto de vista de Valerie. 




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